EN EL PUNTO DE INTERÉS TEMPORAL,
OS INVITO A VIAJAR A LA CIUDAD DE LOS RASCACIELOS A TRAVÉS DE LA LECTURA DE ESTA SELECCIÓN DE NOVELAS QUE SE DESAROLLAN EN ESTA CIUDAD,
NUEVA YORK
Los
400 años de Historia de la ciudad de Nueva York se conforma de miles
de historias, escenarios y personajes extraordinarios. Partiendo de
la vida de los indios que habitaban sus tierras vírgenes y los
primeros colonos holandeses hasta llegar a la dramática construcción
del Empire State Building o la creación del edificio Dakota en el
que vivía John Lennon. Durante la Guerra de la Independencia de los
Estados Unidos, Nueva York fue territorio británico; tiempo más
tarde, los neoyorquinos crearon canales y vías ferroviarias que
abrieron las puertas a la America del Oeste. La ciudad ha estado en
el centro del huracán en buenos y malos momentos, como lo fueron el
crash del 29 o el ataque del 11 de septiembre. Grandes personajes han
poblado su historia: Stuyvesant, el holandés que defendió Nuevo
Ámsterdam; Washington, cuya presidencia arrancó en Nueva York; Ben
Franklin, que abogó por la América británica; Lincoln, que dio uno
de sus mejores discursos en la ciudad... Pero, ante todo, para mí,
se trata de la historia de gente ordinaria: indios locales,
pobladores holandeses, comerciantes ingleses, esclavos africanos,
tenderos alemanes, trabajadores irlandeses, judíos e italianos
llegados vía Ellis Island, puertorriqueños, guatemaltecos y chinos,
gente de bien y gángsters, mujeres de la calle y damas de alta
alcurnia. A estos personajes, la mayoría de ellos anónimos, los
descubrí cuando me documentaba para el libro. Eran una milésima
parte de todos aquellos que llegaron a Nueva York, a América, en
busca de la libertad algo que, la mayoría acabó encontrando. Edward
Rutherfurd Rutherfurd captura de un modo mágico el espíritu de
Nueva York. The Washington Post
«Todo
empezó por un número equivocado, el teléfono sonó tres veces en
mitad de la noche y la voz al otro lado preguntó por alguien que no
era él.» Asícomienza La ciudad de cristal, primera de las tres
novelas que conforman La trilogía de Nueva York. A Daniel Quinn,
escritor de literatura policíaca, su interlocutor telefónico lo
toma por un detective y le encarga un caso. Quinn, lejos de deshacer
el malentendido, se mete en el papel que le han adjudicado y se ve
envuelto en una historia repleta de enigmas, complicadas relaciones
paternofiliales, locura y delirio. En Fantasmas, segunda de las
piezas, un detective privado y el hombre al que tiene que vigilar
juegan al escondite en un claustrofóbico universo urbano. Por
último, en La habitación cerrada el protagonista se ve confrontado
a los recuerdos de un amigo de la infancia cuando la mujer de éste
le escribe una carta explicándole que su marido ha desaparecido
misteriosamente. En La trilogía de Nueva York, el escritor maneja,
manipula y reinventa el género policíaco, del que hace una
relectura posmoderna con tintes metafísicos. La trama detectivesca
sirve como marco para plantear al lector un fascinante juego de
espejos, símbolos, guiños y sorpresas; para explorar un mundo
extraño, sombrío y perturbador, poblado de personajes fascinantes y
ambiguos.
El
clásico norteamericano sobre la infancia y juventud de una hija de
inmigrantes en el Brooklyn de la década de 1920.
Corren los años veinte del siglo pasado. Al abrir el libro, descubrimos a la pequeña Francie sentada en la escalera antiincendios de su casa, leyendo, a la sombra de un árbol. Poco a poco, la mirada se aleja de la chiquilla para abarcar a la estrafalaria familia Nolan, que malvive en un barrio de Brooklyn. Francie crece rodeada de los libros que tanto le gustan, y pronto empieza a pedirle a la vida algo más que un triste acomodo en la mediocridad. Un árbol crece en Brooklyn es una novela en la que los personajes son tan próximos que nos duelen sus dolores, y en la que el sueño americano cobra por fin peso y color.
Corren los años veinte del siglo pasado. Al abrir el libro, descubrimos a la pequeña Francie sentada en la escalera antiincendios de su casa, leyendo, a la sombra de un árbol. Poco a poco, la mirada se aleja de la chiquilla para abarcar a la estrafalaria familia Nolan, que malvive en un barrio de Brooklyn. Francie crece rodeada de los libros que tanto le gustan, y pronto empieza a pedirle a la vida algo más que un triste acomodo en la mediocridad. Un árbol crece en Brooklyn es una novela en la que los personajes son tan próximos que nos duelen sus dolores, y en la que el sueño americano cobra por fin peso y color.
Nueva
York, 1896. John Schuyler Moore, reportero de sucesos de The New York
Times, recibe en plena madrugada la llamada de su antiguo compañero
de Harvard, el famoso alienista (como se conocía entonces a los
psicólogos) Laszlo Kreizler, quien le cita en el puente de
Williamsburg, escenario de un horrible asesinato.
Theodore Roosevelt, jefe de policía de la ciudad, solicita la colaboración de ambos amigos para indagar el crimen, una atrevida iniciativa, pues el alienista es visto con desconfianza por una sociedad conservadora, que considera que un asesino nace y no se hace. A ellos se une Sara Howard, primera mujer que trabaja en la comisaría, y los hermanos Isaacson, pioneros en las nuevas técnicas de investigación.
Mientras que el grupo intenta trazar el perfil psicológico de un asesino del que lo ignora todo, este parece conocerlos perfectamente...
Theodore Roosevelt, jefe de policía de la ciudad, solicita la colaboración de ambos amigos para indagar el crimen, una atrevida iniciativa, pues el alienista es visto con desconfianza por una sociedad conservadora, que considera que un asesino nace y no se hace. A ellos se une Sara Howard, primera mujer que trabaja en la comisaría, y los hermanos Isaacson, pioneros en las nuevas técnicas de investigación.
Mientras que el grupo intenta trazar el perfil psicológico de un asesino del que lo ignora todo, este parece conocerlos perfectamente...
La
autora es periodista del New York Observer y escribe artículos sobre
mujeres jóvenes en Nueva York. El libro es una colección de estos
artículos que se leen como si fuera una novela por entregas. Hay
personajes fijos y cada uno tiene sus líos amorosos, problemas etc.
Pero este libro no es otra versión de Bridget Jones es mucho más
fuerte, duro, ácido, irónico con un aspecto casi sociológico y a
la vez el tono dominante del libro es humorístico. BJ habla de sexo
y adicciones pero es todo muy lite . Con estas chicas de Nueva York
tenemos los detalles sin suavizar, cocaína, sexo oral, sexo por
dinero (las exigencias de los que pagan), envidias, odios. La autora
escribe sobre estas chicas de una forma novelizada pero estas vidas
son reales, es una presentación ficticia de la chica, con 30 años
más que vive en Nueva York, que busca el hombre de su vida, quiere
ir a todos los sitios de moda, estar delgada , etc. Hay muchas
situaciones muy divertidas pero también hay un lado duro, triste ,
casi trágico.
Premio
Nadal 2006 y Premio Nacional de la Crítica de narrativa 2007
Un
periodista del New York Post recibe la noticia de que su amigo Gal
Ackerman, veinticinco años mayor que él, ha muerto. El suceso le
obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar de entre los centenares
de cuadernos abandonados por Ackerman en un motel de Brooklyn, una
novela a medio terminar. El fustrado anhelo de su autor era llegar a
una sola lectora, Nadia Orlov, de quien hace años que nadie ha
vuelto a saber nada.Llámame
Brooklyn es
una historia de amor, amistad y soledad. Es un canto al misterio y el
poder de la palabra escrita. Una novela caleidoscópica en la que,
como en un rompecabezas, se construye un artefacto literario insólito
en la tradición literaria española.
La
biblioteca pública de Nueva York es un santuario de conocimientos:
un laberinto centenario de imponentes librerías, angostos pasillos e
interminables vestíbulos de mármol. Para el doctor Stephen Swain y
su hija Holly es la materialización de una pesadilla? Ya que por una
noche, este insigne edificio se convierte en el escenario de una
competición. Una competición en la que Swain debe participar, lo
quiera o no. Las reglas son sencillas: siete concursantes entran en
el laberinto; solo uno saldrá con vida.Con una niña de ocho años
como única aliada, el doctor Swain se ve empujado a librar una
terrible batalla por la supervivencia. Puede intentar huir,
esconderse o luchar pero, si quiere seguir vivo, tendrá que vencer.
En esta competición, o sales victorioso? o no sales.
Antonio
Muñoz Molina , escritor y personaje a un tiempo, recorre en el libro
fragmentos de vida y los rincones más personales de Nueva York.
Nueva York esconde tantas ventanas como exhibe: las de los decorados
musicales de Brodway, las de los edificios iluminados del otro lado
de Central Park, las que cayeron con las Torres Gemelas, las tachadas
con el anverso sombrío en el Bronx o Harlem.
UN DÍA EN NUEVA YORK
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