Chaplin
recordó en su autobiografía: “No tenía ni idea sobre qué
maquillaje ponerme... Sin embargo en el camino al guardarropa pensé
en usar pantalones bombachudos, grandes zapatos, un bastón y un
sombrero de hongo. Quería que todo fuera contradictorio: los
pantalones holgados, el saco estrecho, el sombrero pequeño y los
zapatos anchos. Estaba indeciso entre parecer joven o mayor, pero
recordando que Sennett quería que pareciera una persona de mucha
edad, agregué un pequeño bigote que, pensé, agregaría más edad
sin ocultar mi expresión. No tenía ni idea del personaje pero tan
pronto estuve preparado, el maquillaje y las ropas me hicieron sentir
el personaje, comencé a conocerlo y cuando llegué al escenario ya
había nacido por completo”.
Ya es uno de los grandes de la historia del séptimo arte.
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TIEMPOS MODERNOS
LA QUIMERA DE ORO
EL CHICO
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