lunes, 19 de febrero de 2018

PERSONAJES LECTORES


Nuestra biblioteca está llena de lectores, pero ¿sabéis dónde podemos encontrarlos también? Dentro de las páginas de los propios libros.
Estos son algunos de los amantes de la lectura que podemos encontrarnos en la biblioteca:




KLAUS 
("Una serie de catastróficas desdichas", de Lemony Snicket):

Klaus vivía feliz con su familia, en una mansión que incluía una fabulosa biblioteca, hasta que un terrible incendio le arrebató ésta y sus padres. Para colmo de males, él y sus hermanas se convierten en el objetivo del malvado Conde Olaf, el cual quiere deshacerse de ellos para conseguir la fortuna que han de heredar. A pesar de la situación, Klaus no solo sigue leyendo en cuanto tiene oportunidad, sino que su habilidad para memorizar datos y pasajes resultan ser su mejor arma contra este pérfido villano.



HERMIONE  
("Harry Potter", de J. K. Rowling):

Para muchos, Hermione es una sabihonda y una auténtica rata de biblioteca. Pero para Harry y Ron, aparte de una gran amiga, es una inestimable fuente de información durante su lucha contra el señor oscuro Lord Voldemort. A pesar de ser hija de muggles, su sed de conocimiento la anima a tomar tantas clases y leer tantos libros mágicos que puede darle cien vueltas a muchos magos de pura cepa.




MATILDA 
("Matilda", de Roald Dahl):

Los padres de Matilda no se preocupan por ella y la obligan a ver la televisión a pesar de que a ella le atrae la lectura. Pero no saben que en cuanto ellos se descuidan, la pequeña escapa a la biblioteca y allí se sumerge libremente en las páginas de sus libros favoritos. Así, cuando llega la hora de ir al colegio, Matilda supera con creces a todos los niños de su clase, ¡y a muchos adultos! De esta forma, Matilda traba amistad con su profesora, la señorita Honey, la cual resulta ser la única adulta capaz de reconocer su potencial...y el extraordinario don que oculta.




LIESEL 
("La ladrona de libros", de Markus Zusak):

La Alemania nazi no era el mejor momento para la lectura, pero la joven Liesel, adoptada por la familia Hubermann, encuentra la manera de aprender a leer y proveerse de libros, aunque tenga que apropiarse de ellos de una forma quizás un tanto indebida: rescatándolos de las hogueras en las que estaban condenados a desaparecer, de la nieve, de la biblioteca de la esposa del alcalde...




ATTICUS Y SCOUT 
("Matar a un ruiseñor", de Harper Lee):

Un ejemplo de la poderosa influencia que tienen los padres lectores sobre sus hijos pequeños. Gracias a la implicación de Atticus en su educación, Scout sabe leer desde una edad temprana y posee una gran inteligencia. Aunque, claro, si por algo se conoce a este abogado de Alabama, es por su humanidad y su lucha contra la ignorancia. Otra lección muy importante.




BELLA
("La Bella y la Bestia", de Walt Disney):

Para sus vecinos, en especial el vanidoso Gastón, Bella lee demasiado. Siempre con un libro en la mano, no mira por dónde va, se olvida de comer, sueña despierta con castillos y príncipes...Es su válvula de escape ante la vida aburrida y sin emociones que le depara esa aldea en la que nadie la entiende. Pero la aventura que tanto ansía pronto va a saltar de los libros a la realidad.



TYRION 
("Canción de hielo y fuego", de George R. R. Martin):

Muchos de los personajes de la saga consiguen sus propósitos gracias al poder de las espadas, pero Tyrion es más partidario de usar su cerebro. Repudiado e infravalorado por ser un enano, convierte en el conocimiento y la mente despierta que adquiere a través de los libros en su mejor arma para enfrentarse a un mundo en ocasiones terrible.



ELIZABETH 
("Orgullo y Prejuicio", de Jane Austen):

Ser una intelectual ha hecho que Elizabeth sea la hija menos querida por la señora Bennet. Mientras que las demás adoran tener una gran vida social, asistir a fiestas y codearse con los personajes más exquisitos, lo que Elizabeth prefiere la mayor parte del tiempo es encerrarse en un lugar tranquilo, lejos del barullo y la gente desagradable, y leer.





BASTIAN
("La historia interminable", de Michael Ende):

El pequeño Bastian consigue lo que muchos quizás envidiamos: abandonar una vida real sin sentido para sumergirse literalmente en las páginas de un libro y convertirse en uno de sus personajes. En el reino de Fantasia, Bastian ve cómo sus sueños se hacen realidad y se enfrenta a peligros que luego, en la vida real, lo ayudarán a ser mejor persona.